“Siento que se cierra un capítulo en la vida de él, porque en la mía no, siempre va vivir en mi mente”: madre de Ferney Salamanca Paipa

“Siento que se cierra un capítulo en la vida de él, porque en la mía no, siempre va vivir en mi mente”: madre de Ferney Salamanca Paipa

Ferney Salamanca Paipa, una víctima más de las ejecuciones extrajudiciales
Mar 27 de 2021

 

Desde las 8:00 de la mañana, de este viernes 26 de marzo, empezaron a llegar la madre, el padre, los hermanos, algunas tías y sobrinos, después de 17 años de angustias e incertidumbres, el día del encuentro por fin llegó.

El auditorio del Centro Pastoral Don Bosco en Duitama-Boyacá, fue el escenario para la entrega digna del cuerpo óseo de Ferney Salamanca Paipa y también el espacio para rendir homenaje a través de un ritual y una eucaristía católica, a la memoria de este joven campesino que desde el 2004 se encontraba desaparecido.

Sus familiares recuerdan a Ferney como un joven alegre, trabajador, risueño, responsable y con grandes sueños de salir adelante. Oriundo del municipio de Tasco-Boyacá, Ferney se dedicó a la agricultura y en una temporada recorrió el departamento en un carro vendiendo dulces típicos. Con el anhelo de mejorar sus ingresos, aceptó la oportunidad de cuidar una finca ganadera en el departamento del Guaviare, sin saber que le borrarían la sonrisa de su rostro.

Su madre, María Isabel Paipa, quién lo recuerda como un hijo atento con ella, expresó las emociones que le generaba este día: “me encuentro muy triste, tengo mucho pesar, porque lo último que quería pensar era que él estuviera muerto, yo siempre tenía la lucecita de que algún día aparecería, pero dado el caso y viendo todas las vueltas que he dado y todo lo que he luchado para que me lo entreguen hoy, siento que se cierra un capítulo en la vida de él, porque en la mía no, siempre va vivir en mi mente, él siempre va estar conmigo en mis oraciones, él siempre va a vivir conmigo, él no está muerto; con esta entrega se cierra un capítulo, voy a saber a dónde ir para llevarle una florecita.”

Ferney hace parte de la cifra dolorosa, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de 6.402 personas que fueron muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008.

Su familia desde el 2005 no supo nada del paradero del joven de 27 años, su cuerpo fue exhumado en el 2015 por la Fiscalía Nacional en el cementerio El Paraíso en San José del Guaviare. Hasta ese momento, el cuerpo de Ferney no tenía nombre ni historia, pero si se sabía que había sido presentado por el Ejército Nacional como muerto en combate, Ferney era una víctima más de la política pública de Seguridad Democrática de esos años.

Al respecto, César Santoyo, director ejecutivo del Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda, expone el contexto de estas acciones estatales: “esta entrega digna del cuerpo de Ferney, es una posibilidad cierta de demostrar ante los ojos de la comunidad nacional e internacional que la comisión del delito de las ejecuciones extrajudiciales en Colombia no solo fue una realidad, fue además una execrable manera de obtener beneficios y prebendas en las filas de las Fuerzas Militares y las unidades implicadas en estos graves hechos, implica también la demostración, una vez más, que hubo una política sistemática del Estado que se aplicó como instrumento de terror en el marco del conflicto armado.”

Desde el 2015 el Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda ha acompañado a la familia Salamanca Paipa a través de la Ruta de Exigibilidad de Derechos, brindando asesoría jurídica y atención psicosocial, igualmente, con este caso ha realizado una investigación de contexto regional, haciendo incidencia con diferentes actores e instituciones del orden local, nacional e internacional. “Para la familia de Ferney esta entrega significa parar un dolor, iniciar un duelo, pero finalmente significa saber dónde está, terminar con la tortura de hace 17 años.” Expresó Adriana Pestana, coordinadora del área psicosocial del Colectivo OFB.

Que esta nueva entrega y la historia de Ferney lleve a más familiares de personas desaparecidas a no perder la esperanza de encontrarlos y conocer de fondo las causas de sus desapariciones, pero también a que el país no olvide estos hechos y siga buscando la respuesta a ¿quién dio la orden? con el propósito de la no repetición y el fortalecimiento de la memoria colectiva.