“Saber que ya le podemos dar una cristina sepultura es un gran alivio después de 26 años sin saber de él”: hermana de Audelo Ruano
Entre el 25 y 27 de agosto en el municipio de Guachucal-Nariño se llevó a cabo la diligencia de entrega digna del cuerpo de Hipólito Audelo Ruano, de quién no se tenía información de su paradero desde hace 26 años.
El proceso de búsqueda, exhumación e identificación liderado por el GRUBE de la Fiscalía General de la Nación, ubicó el cuerpo de Audelo Ruano en el cementerio Jardines del Paraíso de San José del Guaviare, el cual fue exhumado en el año 2016 y posteriormente empezó el proceso de identificación.
Hipólito Audelo Ruano fue identificado a través de la toma de muestras dactilares, información que fue corroborada mediante el cotejo de la información suministrada por la Registraduría General de la Nación. Estos datos hicieron parte de la campaña “Contemos la verdad: porque todas las personas inhumadas como no identificadas tienen una historia”, la cuál visibilizó el rostro y nombre de Audelo a través de un l afiche y contenido audiovisual en redes sociales, dicho mensaje logró llegar a una de sus hermanas a través de Facebook, lo que permitió que la familia Ruano se comunicara con el Colectivo OFB y de esta manera empezó el acompañamiento integral que permitió la identificación plena de Audelo a través de la prueba biológica de ADN.
Este proceso también contó con el acompañamiento de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, quienes desde diferentes coordinaciones territoriales como de Guaviare, Bogotá y Nariño se articularon para lograr el encuentro familiar en la ceremonia de entrega digna en el municipio de Guachucal (Nariño).
La familia Ruano recuerda a Audelo como un campesino muy trabajador y siempre alegre. Audelo quién nació en 1960, tenía 26 años cuando decidió salir de su pueblo natal a buscar mejores oportunidades laborales para brindar estabilidad a su familia. Así llegó al Guaviare y duró 20 años trabajando en labores del campo . En el 2006 fue la última vez que la familia Ruano supo de él.
“Yo me siento tranquila fueron muchos años de espera y ya tenerlo aquí en nuestro pueblo, en nuestra tierra es un alivio, no era la forma que nosotros queríamos tenerlo aquí, nosotros lo necesitábamos vivo, por su mamá, por sus hijos, por nosotros sus hermanos que lo queríamos, ahora me siento tranquila de que ya hay una tumba donde pueda llevarle una flor, elevar una oración y donde pueda visitarlo” expresó una de sus hermanas, María Concepción del Carmen Coral.
Para el Colectivo OFB, esta es la familia 178 que acompaña desde un trabajo jurídico, psicosocial y forense, y sigue promoviendo la articulación institucional para la intervención de cementerios en los llanos orientales y en Nariño, buscando la identificación de las personas que se encuentran inhumadas en estos campos santos sin identificación.
Para César Santoyo Santos, director ejecutivo del Colectivo OFB, “en esta entrega digna se demuestra las dificultades que se tienen para la búsqueda y las realidades de la desaparición forzada en Colombia, porque Audelo siendo originario del departamento de Nariño, terminó inhumado sin identificación en el departamento de Guaviare, por eso hacemos un llamado a las instituciones en Colombia y a la comunidad internacional para que acompañen la lucha de la desaparición forzada y la necesidad de que Colombia.”